Los medicamentos se prescriben para ayudarnos, pero eso no significa que nunca puedan ser peligrosos. Las interacciones de medicamentos, las sobredosis y los efectos secundarios no deseados son increíblemente comunes. En octubre pasado, el Journal of the American Medical Association (JAMA) publicó un análisis de 60 salas de emergencia en todo el país y encontró datos sorprendentes: ¡Casi el 96 por ciento de las visitas a la sala de emergencias de pacientes de 65 años o más fueron por daños causados por medicamentos que se usan terapéuticamente!

Claramente, podemos reducir las visitas a la sala de emergencias y mantenernos más seguros si tenemos cuidado con los medicamentos recetados. Y la investigación de JAMA indica que debemos centrarnos más de cerca en tres tipos de medicamentos en particular.

Anticoagulantes. Los anticoagulantes, o diluyentes de la sangre, pueden ser medicamentos que salvan la vida de las personas con riesgo de coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Pero los medicamentos pueden tener efectos secundarios no deseados y causar alrededor del 20 por ciento de las visitas a la sala de emergencias en pacientes mayores de 65 años.

Los anticoagulantes pueden interferir con otros medicamentos, así que discuta todas sus recetas con su médico si le recetan anticoagulantes. Los anticoagulantes también pueden aumentar el riesgo de sangrado grave si tiene algún tipo de accidente y, en casos menos comunes, pueden causar sangrado gastrointestinal.

Medicamentos para la diabetes. Los medicamentos para la diabetes fueron el segundo fármaco más problemático en el estudio JAMA, lo que provocó el 11 por ciento de las visitas a la sala de emergencias. Si bien estos medicamentos tienen el propósito muy importante de controlar los niveles de azúcar en la sangre, todos responden de manera diferente según la dieta. Por lo tanto, junto con el uso de su medicamento para la diabetes según lo recetado, hable con su médico sobre prácticas dietéticas saludables para evitar picos y caídas peligrosas de azúcar en la sangre.

Medicamentos de venta libre. Aunque se venden sin receta, los medicamentos de venta libre pueden ser dañinos si se usan de manera inapropiada. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, los analgésicos no opioides, los antihistamínicos y los medicamentos para la tos y el resfriado son responsables de aproximadamente el 10 por ciento de las visitas a la sala de emergencias para todos los grupos de edad.

Estos medicamentos pueden causar mareos que provocan caídas y, a veces, aumentan la presión arterial, causan dolores de cabeza y provocan dolor en el pecho. Una sobredosis accidental puede ocurrir cuando un paciente toma más de un medicamento de venta libre que contiene el mismo ingrediente, así que tenga cuidado al mezclar medicamentos.

Y, por supuesto, la mejor manera de prevenir las sobredosis y los efectos no deseados de los medicamentos es consultar de cerca con su médico o farmacéutico. Haga preguntas sobre las recetas cuando tenga dudas, y no dude en levantar el teléfono y llamar para obtener asesoramiento sobre las interacciones entre medicamentos antes de tomar medicamentos de venta libre.